Corren los años de la posguerra en Espa-
ña, y son tiempos en los que las familias
guardan muchas cosas en secreto, como
quien guarda «un esqueleto en el armario».
Daniel es un niño que lleva varios
días en cama, postrado por una enfermedad
que le ha dejado muy débil. Desde su
dormitorio, presiente que algo no marcha
bien en su familia. La actitud triste de su
madre y el secretismo de su padre le hacen
pensar que ese algo tiene que ver con
él.
Los días en cama son muy aburridos,
pero una mañana encuentra en su habitación
unos cómics, que lee con avidez, y
descubre que no son tebeos españoles,
sino de edición latinoamericana. De esos
cómics, uno le impacta especialmente:
Dalia Negra. Un tebeo que narra la historia
de unos niños que se enfrentan a una
bruja muy peligrosa. Pero estos cómics
tienen un defecto y es que no contienen la
historia completa; al final de cada tebeo
Daniel se encuentra con un «continuará».
Una noche escucha a sus padres discutir
con una mujer, cuya voz él no reconoce,
y su madre no le quiere decir quién es.
Días más tarde, cuando su amigo Miguel
acude a visitarle, este le comunica un
críptico mensaje de una desconocida que
se ha encontrado en la calle: «Pronto tendrás
noticias mías».
Daniel no solo no consigue averiguar
quién es la mujer misteriosa del mensaje,
sino que su padre le retira todos los nuevos
tebeos. Las pesadillas empiezan a atacarle;
en ellas Daniel revive un accidente
doméstico que tuvo cuando era muy niño
y en el que se quemó las manos. Sus padres
no quieren decirle nada sobre el accidente
ni sobre lo que está pasando en la
familia, pero le devuelven los tebeos. Daniel
descubre sorprendido que el montón
de cómics contiene otro ejemplar de Dalia
Negra. Su sorpresa es mayor cuando
halla una serie de números escritos bajo
el título. Con ayuda de Miguel resuelve la
clave de esos números, es un mensaje cifrado:
«Pronto me reuniré contigo».
En estos días la salud de Daniel ha mejorado
y le permite visitar a su abuela.
Será ella la que comience a resolver el
enigma: la mujer misteriosa es su tía Diana,
la hermana de su madre. Diana era la
encargada de cuidarle la noche en la que
Daniel se quemó gravemente las manos.
Su padre no veía con buenos ojos a Diana,
porque iba a ser madre soltera, y
nunca pudo perdonarla. Diana acabó
abandonando España y emigró hasta
Latinoamérica. Ahora ha vuelto de visita
y quiere ver a Daniel.
Su padre permite el reencuentro y Daniel
se llevará una agradable sorpresa,
pues conoce a su prima Berta. Se harán
buenos amigos y esta le enviará, ya de regreso
en América, el resto de la colección
de Dalia Negra.
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